domingo, marzo 20, 2005

Semana Santa

Ya puede considerarse que estoy completamente recuperado y veo la Semana Santa con optimismo.

Me tomaré un descanso de muchas cosas y añoraré otras, aunque estoy deseando que acaben para poder volver con ganas a llevar a cabo esas ideas que tengo en mi cabeza pero que de momento no son posibles.

También iré como cada año a ver los pasos de la Semana Santa jiennense entre ellos la salida de Nuestro Padre Jesús Nazareno, más conocido por "El abuelo", en la madrugada del Viernes Santo.

Arwen, te echo de menos.

lunes, marzo 14, 2005

Cuando la salud no acompaña

Estoy enfermo. Ahora me tomaré una pastilla a ver si se me pasa un poco. Tanto salir puede que acabe conmigo aunque no creo que pueda dejar de hacerlo.

Mi cuerpo y mi mente ahora van por caminos separados.
Espero que pronto los pueda volver a reunir en el lado correcto de la balanza.

PD: Querer a alguien y ser correspondido es la mejor sensación del mundo.

lunes, marzo 07, 2005

Giro en el camino

Este fin de semana he tenido mucho tiempo para pensar. Y entre pensamiento y pensamiento he estado viendo mi situación actual y no estoy contento con lo que estoy haciendo con mi vida (al menos con parte de ella). Creo que ha llegado el momento de dar un giro, si no radical, sí bastante importante a algunos aspectos de mi vida.

Sin embargo, que no quepa duda de que conservaré lo que más feliz me ha hecho hasta ahora.
Desde aquí un beso (o muchos) a la persona que no está cerca de mí ahora, pero lo estará esta tarde (si no recuerdo mal, a las 7) y que llena mi vida de felicidad cada día por muy mal que vaya el mundo.

Te quiero

jueves, marzo 03, 2005

Cosas de la vida

Todo se arremolina como si de un tornado arrasador se tratara.
Problemas, sentimientos, estudios... Todo parece que se pone en mi contra.
Pero sé, que, como todo lo bueno, también esta etapa tiene que acabar.
La felicidad no es eterna, pero si lo fuera, esta vida sería más aburrida, ¿no?
Solo hay que tomarse las malas rachas con filosofía y resignación.

Y, sobre todo, dejar que las cosas sigan su camino porque si las canalizamos hacia lo que deseamos, acabarán por torcerse y romper nuestras ilusiones.

Deja que la felicidad venga a tí, porque no vendrá por la fuerza.

Dicen que no es más rico el que más tiene, sino el que menos necesita. Supongo que para sentimientos funciona igual.

¿Qué necesitas para ser feliz?