Todo se arremolina como si de un tornado arrasador se tratara.
Problemas, sentimientos, estudios... Todo parece que se pone en mi contra.
Pero sé, que, como todo lo bueno, también esta etapa tiene que acabar.
La felicidad no es eterna, pero si lo fuera, esta vida sería más aburrida, ¿no?
Solo hay que tomarse las malas rachas con filosofía y resignación.
Y, sobre todo, dejar que las cosas sigan su camino porque si las canalizamos hacia lo que deseamos, acabarán por torcerse y romper nuestras ilusiones.
Deja que la felicidad venga a tí, porque no vendrá por la fuerza.
Dicen que no es más rico el que más tiene, sino el que menos necesita. Supongo que para sentimientos funciona igual.
¿Qué necesitas para ser feliz?
No hay comentarios:
Publicar un comentario