viernes, febrero 11, 2005

Esperanza

Hoy, otro envite del mar casi echa por tierra mi recién conseguida felicidad.
Menos mal que solo fue eso. Otro envite del destino.
Parece que cuando las cosas parece que van mejor es cuando más fuerte dan los problemas...
Menos mal que el barco del amor siempre llega a su destino, por fuertes que sean los vientos.

Retomo la frase de mi anterior post: "La verdadera felicidad no es la que carece de problemas, sino la que sabe cómo superarlos... "

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